Publicado: noviembre 21, 2024
Bryan Johnson, un emprendedor y autodenominado “biohacker”, ha captado la atención global por sus métodos extremos para revertir el envejecimiento y su ambicioso objetivo de vivir 150 años. Sin embargo, su más reciente experimento facial terminó en un fracaso, resaltando los riesgos de llevar el cuerpo al límite en busca de la longevidad.
Blueprint: un protocolo de rejuvenecimiento millonario
¿Qué es Blueprint y cómo funciona?
Blueprint es el proyecto insignia de Johnson, diseñado para retrasar el envejecimiento y mejorar la salud celular. Este protocolo, que cuesta alrededor de 2 millones de dólares anuales, incluye una combinación de tratamientos médicos avanzados, una dieta rigurosa, transfusiones de sangre y el monitoreo constante mediante inteligencia artificial.
La clave del protocolo está en optimizar cada aspecto de su cuerpo, desde la piel hasta los órganos internos, utilizando enfoques que van desde la medicina regenerativa hasta suplementos especializados. Según sus estudios, ha logrado retroceder cinco años en su edad biológica.
El tratamiento facial que salió mal
Un experimento que terminó en complicaciones
En su búsqueda por mantener un rostro juvenil, Johnson decidió someterse a un tratamiento que implicaba inyecciones de grasa donada para rellenar expresiones faciales. Sin embargo, el procedimiento provocó una reacción alérgica severa.
“Mi cara comenzó a hincharse de inmediato y llegó al punto en que ni siquiera podía ver”, compartió en sus redes sociales. La inflamación persistió durante una semana, preocupando tanto al propio Johnson como a sus seguidores.
La recuperación y la reflexión
Afortunadamente, la hinchazón desapareció, y Johnson aseguró que ya estaba preparando su próximo intento para perfeccionar su tratamiento, conocido como “Baby face”. “Una cosa es fabricar un producto y otra muy distinta ser el producto”, reflexionó, destacando los desafíos únicos de aplicar su filosofía a sí mismo.
Los métodos extremos de Bryan Johnson
Transfusiones de sangre y dieta estricta
Una de las prácticas más polémicas del multimillonario incluye transfusiones de sangre entre él, su padre y su hijo adolescente, con el objetivo de obtener beneficios regenerativos.
Su dieta es igual de extrema: solo consume una comida al día, rica en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, como verduras, frutas bajas en azúcar y grasas saludables.
Suplementos y tecnología de monitoreo
Johnson ingiere más de 100 suplementos diarios, entre ellos resveratrol, conocido por sus propiedades antioxidantes, y NAD+, un compuesto asociado con el rejuvenecimiento celular. Además, emplea inteligencia artificial para medir y ajustar su progreso constantemente.
El debate sobre la salud mental y ética del biohacking
Críticas en redes sociales
Tras su reciente contratiempo, muchos usuarios cuestionaron la salud mental de Johnson y señalaron los riesgos éticos y físicos de someter al cuerpo humano a experimentos tan radicales. Mientras algunos lo ven como un visionario, otros lo consideran un ejemplo de obsesión desmedida por el control de la naturaleza.
La ciencia detrás del biohacking
Si bien algunos de los tratamientos y enfoques que utiliza tienen respaldo científico, la comunidad médica se mantiene dividida sobre su eficacia a largo plazo y las posibles repercusiones negativas de estos métodos extremos.